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Actividades de vida diarias de nuestros mayores (ADV)

Trabajando con personas mayores nos damos cuenta de cómo cambia la percepción del tiempo a lo largo de los años. Sobre todo cuando comparamos personas de entre 20 y 30 años con personas de más de 70 años.

Estas personas mayores siempre me cuentan que “sienten que el tiempo vuela”, que los meses e incluso los años les pasan rapidísimos.

Entonces nos ponemos a reflexionar sobre el por qué puede ser esto.

Y llegamos a una conclusión que me cuentan así:

El tiempo es el mismo de siempre pero cualquier tarea me lleva más tiempo de lo que me llevaba hacerla hace unos años. Por ello cada día me rinde menos el tiempo y alcanzo a hacer menos cosas. Y la lista de tareas se pospone para el día siguiente y así se me va una semana, y luego un mes y de repente ¡estamos otra vez en Navidad!

En el blog de hoy queremos revisar el día a día de nuestros/as mayores y acercarnos a lo que conocemos como Actividades de la Vida Diaria o AVD’s.

¿Qué son las AVD’s y cómo las podemos clasificar?

Las AVD’s son todas aquellas tareas o actividades que una persona, de cualquier edad, realiza de forma diaria y que tienen un valor y significado concreto, además de un propósito. Son aquellas acciones que le permiten vivir de forma autónoma, de manera integrada en su entorno y cumplir su rol o roles dentro de la sociedad. Todas las personas realizan estas AVD de una forma que varía de un individuo a otro. Estas actividades se pueden clasificar en tres categorías:

1. Actividades básicas de la vida diaria (ABVD):

Serían todas aquellas que consideramos universales, las asociadas a las funciones básicas para sobrevivir y están relacionadas con uno/a mismo/a. Las realizamos todos los días de manera automática o las tenemos tan interiorizadas que casi ni pensamos cuando las estamos haciendo. Incluyen el comer y la alimentación, la higiene personal y el baño, el cuidado y control de la vejiga y los intestinos, el hecho de vestirse, la movilidad funcional y el dormir junto con el descanso.

2. Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD):

En éstas existe una interacción con el entorno, suelen ser algo más complejas que las básicas y pueden suponer un mayor esfuerzo cognitivo o motriz según los casos. Son actividades que podríamos considerar opcionales y que podríamos llegar a delegar en otros. Algunos ejemplos serían la movilidad comunitaria (el uso de vehículo o el ir en transporte público), el uso de sistemas de comunicación (móviles, ordenadores, etc.), el manejo del dinero y el realizar compras, el mantenimiento de la propia salud (sobre todo a partir de ciertas edades) o el cuidado de otras personas o de mascotas, la preparación de la comida, la limpieza de la casa y, por último, el uso de procedimientos de seguridad o la respuesta ante emergencias.

3. Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD):

Son aquellas actividades específicas asociadas al estilo de vida de cada persona. No son necesarias para el mantenimiento de su independencia y suelen definir el papel de cada individuo dentro de la sociedad. Las podemos dividir en las siguientes categorías: educación, trabajo, entretenimiento y tiempo libre, participación social, viajes y deporte.

Todas estas AVD’s pueden parecer sencillas y rápidas de hacer para una persona completamente sana pero cuando una persona mayor empieza a tener algún deterioro su independencia para poder llevarlas a cabo puede verse afectada y es el momento en el que hemos de estar presentes. Cada persona tiene sus habilidades y destrezas y se tendrá que hacer un análisis personalizado de las necesidades concretas que puedan ir surgiendo. Podemos detectar cambios a nivel cognitivo, como pérdidas de memoria, desorientación temporal, espacial o de autoconocimiento, también dificultades en la secuenciación de diferentes acciones o problemas para mantenerse concentrado/a. Asimismo podemos observar pérdidas en el sistema motor de la persona como disminución del tono muscular, desequilibrios, pérdida de fuerza, temblores, etc. Y por último, desde un punto de vista psicológico, nuestro/a mayor puede pasar por épocas de inestabilidad emocional, apatía, depresión, etc. que también pueden afectar a la realización de las AVD’s.

¿Qué recomendamos desde SeniorDomo?

Cada persona es diferente y cada proceso de envejecimiento también lo es, por este motivo no tenemos una guía práctica única con consejos a seguir para mejorar la vida de nuestras personas mayores. Pero si reiteramos la importancia de observar, escuchar y acompañar a nuestros padres y madres, abuelos y abuelas cuando empiezan a notar que ya no están como antes, o cuando les escuchemos decir lo mucho que les cuesta abrir aquel bote, cuando repitan que no llegan a atarse los cordones de los zapatos o cuando nos cuenten que últimamente se despistan al volver del casal de jubilados. Es en este momento cuando hemos de diseñar las pautas a seguir para ayudarlos/as a mantener su autonomía el máximo tiempo posible, promoviendo su seguridad y bienestar. Algunas recomendaciones concretas a seguir son:

  • Mantener una rutina diaria de sueño-vigilia y de horarios de comidas. También de tareas como ir a comprar el pan o bajar la basura, etc. para poder automatizar tareas.
  • Modificar ciertas zonas u objetos del hogar para facilitar la realización de aquellas tareas que empiecen a resultar dificultosas, como bajar de altura los muebles de la cocina. Es un ejercicio que se tendrá que hacer gradualmente según las necesidades de la persona.
  • No hemos de sobreprotegerlos, sino, por el contrario, hemos de motivarles al máximo en aquello que todavía pueden realizar de manera autónoma.
  • Hemos de propiciar el diálogo siempre que tengamos ocasión para acertar con aquella necesidad más urgente que debemos proporcionarles.
  • Respetar al máximo sus tiempos, sus intimidades, sus manías  o maneras de desenvolverse, intentando ayudarles sin ser invasivos en sus hogares ni decidir nada de manera unidireccional.
  • Tendremos que ser personas muy pacientes, flexibles y cariñosos/as.

Cuando nuestra persona mayor empiece con ciertos grados de dependencia, hemos de asesorarnos y conocer las posibles etapas que vendrán para estar preparados/as y avanzar lo que podremos hacer para mantener el máximo tiempo posible sus capacidades motrices, cognitivas y emocionales. Siempre con el objetivo de aumentar su calidad de vida y procurar que continúen haciendo las máximas actividades del día a día para seguir sintiéndose ellos/as mismos/as.

Desde SeniorDomo queremos que nuestros mayores sigan siendo autónomos el máximo tiempo posible. Para ellos nuestro servicio integral permite incorporar ayudas en su día a día para desempeñar esas actividades diarias (ayuda para ir a hacer la compra o ir al médico, aseo, cuidados, etc.)

Contacta con nosotros y te informamos sobre nuestra solución de teleasistencia revolucionaria (click aquí).

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