“¡Ayer se cayó Ramón en su casa!” – Esta es una de las frases que, por desgracia, suelen escucharse muchas veces en los grupos de personas mayores que se reúnen para compartir una mañana en el parque o en una cafetería.
Por eso, hoy os damos algunos consejos para prevenir las caídas en los mayores.
Hoy día España cuenta con más de 8,7 millones de personas de más de 65 años (casi un 19% de la población total del país) y alrededor de un 23% vive sola en casa, siendo 7 de cada 10 mujeres.
Si tenemos en cuenta que una de cada tres personas de más de 65 años sufre al menos una caída al año, comprobamos que las caídas son un tema muy relevante en el cuidado de nuestros mayores.
Consecuencias de las caídas
En las actividades diarias fuera de casa las personas mayores ponen mucha atención y cuidado en todo lo que hacen, pero no debemos olvidar que dentro de los hogares también hay que estar alerta y prevenir cualquier situación que pueda provocar una caída.
Cuando una persona sufre una caída primero se muestran los síntomas físicos que pueden ser desde la más leve contusión hasta fracturas o hemorragias llegando incluso a requerir una operación y hospitalización.
Pero además de los problemas físicos, no debemos dejar de lado las consecuencias psicológicas que también pueden llegar a aparecer.
Siempre que una persona mayor se cae siente miedo de volver a realizar la misma tarea que estaba haciendo, también piensa que no va a poder recuperarse del todo, que ya no sirve para nada, que ha perdido su autonomía y no puede estar sola y esto le genera tristeza, negatividad y puede entrar en una situación de fragilidad y dependencia que según su gravedad puede ser por un largo periodo.
Consejos para prevenir las caídas de los mayores
Por suerte, podemos ayudar a nuestros mayores para evitar las caídas o al menos reducir el riesgo a sufrirlas.
Empecemos con los consejos para mantener el cuerpo activo y la mente despierta:
- 30 minutos de actividad física diaria. Realizar cada día 30 minutos de actividad física moderada, por ejemplo: caminar, hacer alguna tarea doméstica, practicar algún deporte en la medida que sea posible, etc. Todo con el objetivo de conservar la agilidad del cuerpo y los músculos tonificados.
- Cervicales fortalecidas. Procurar fortalecer las cervicales para mantener el equilibrio.
- Revisión vista y oído. Es recomendable hacerse revisiones periódicas de la vista y el oído (responsable también del equilibrio de las personas) porque una disminución en alguno de estos sentidos puede aumentar el riesgo de caídas. Por ejemplo: si no oímos que alguien se nos acerca por detrás y nos asustamos, podemos desestabilizarnos y caer.
- Revisión pies. También debemos que prestar mucha atención a los posibles problemas que tengan nuestros mayores en los pies y puedan dificultarles el hecho de caminar o mantenerse de pie.
- Cansancio o agotamiento. Si la persona no descansa bien por las noches, puede sentirse cansada durante el día aumentando el riesgo de caídas. Por eso es importante conocer si nuestros mayores duermen bien por la noche y hacen una o dos siestas a lo largo del día.
- Incontinencia urinaria. Si se sufre de incontinencia urinaria es arriesgado ir rápido hacia el baño, por eso se recomienda ir con más frecuencia de lo normal y no esperar ni aguantar.
- Somnolencia. Si la persona toma medicamentos que pueden producir somnolencia, se recomienda tomarlos de noche para evitar que la persona sufra este síntoma durante el día y llegue a caerse.
Además de estas recomendaciones físicas, también podemos preparar la vivienda de nuestros mayores para reducir al máximo el riesgo de caídas.
Es muy importante sobre todo para aquellas personas que viven solas:
- Iluminación. La iluminación de la vivienda tiene que ser siempre suficiente: cada habitación debe contar con su propia luz y con el interruptor a mano para que la persona nunca tenga que entrar en una habitación a oscuras, además de ser también accesible desde la cama para no levantarse nunca a oscuras.
- Orden en casa. Mantener la casa ordenada es imprescindible para evitar tropiezos con unos zapatos olvidados en la entrada de la habitación o sufrir un resbalón con un periódico caído en el suelo.
- Alfombras. Si la casa cuenta con alfombras existen dos opciones para disminuir el riesgo de caídas: quitarlas o fijarlas con material antideslizante en el suelo.
- Levantarse bien de la cama. Las prisas no son buenas para levantarse de la cama, es necesario hacerlo en 3 tiempos: primero girarse hacia el lado por donde nos levantaremos, segundo incorporar el tronco con la ayuda de las manos y quedarnos sentados en la cama y por último levantarse del todo.
- Sentarse al ponerse los zapatos. A la hora de ponerse los zapatos es arriesgado quedarse con el peso del cuerpo sobre un solo pie mientras acertamos a poner el zapato en el pie levantado. Siempre es aconsejable sentarse para hacerlo con seguridad.
- Baño seguro. Para el baño existen muchas opciones para convertirlo en un lugar seguro y reducir el riesgo de caídas. Por ejemplo se recomienda tener una taza de wc más alto que el común para facilitar su uso. También poner agarraderas tanto al lado del inodoro como a la entrada e interior de la ducha. Es imprescindible cambiar la bañera por un plato de ducha y aprovechar la obra para poner materiales antideslizantes tanto en el suelo de la ducha como en el resto del baño.
- Escaleras adaptadas. Si la casa cuenta con escaleras es imprescindible contar con un buen sistema de barandillas y agarraderas o llegado el caso, instalar un sistema de silla móvil para ascender y descender a los diferentes niveles.
- Sillas para descansos. Si la persona empieza a tener una movilidad reducida en algún sentido, es recomendable tener en cada habitación una silla para realizar descansos mientras se mueve por el interior de la vivienda.
- Cables fuera. Toda la instalación eléctrica con sus respectivos cables tienen que estar instalados de manera que nunca queden en el paso de nuestros mayores para evitar caídas al tropezar con ellos.
- Elementos de uso habitual a mano. Como familiares podemos organizar los armarios colocando a mano aquellos objetos que usan con mayor frecuencia y así evitar que se suban a escaleras o taburetes para recoger algo que necesitan que se encuentra en un armario a cierta altura, reduciendo así el riesgo de caídas a media altura.
Para evitar que nuestros mayores sufran caídas, tenemos que procurar que se mantengan activos físicamente, tener constancia de que las revisiones médicas se realizan con una periodicidad correcta y adecuar su vivienda para que se sientan seguros y cómodos en casa.
Desde SeniorDomo mantenemos la firme idea de que las personas mayores deben seguir activas física, mental y socialmente.
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