El deterioro cognitivo es la pérdida de funciones cognitivas, entre las que se encuentran la memoria, la percepción, el lenguaje, la atención y la velocidad de procesamiento mental, como ya os comentamos en un blog anterior.
El envejecimiento, es la etapa en la que tiene más probabilidades de aparecer, pero según el grado de afectación puede dividirse entre deterioro cognitivo leve o demencia leve, moderada o grave.
El deterioro cognitivo leve es el estado que se sitúa entre el deterioro cognitivo esperado por el envejecimiento y un deterioro más grave.
En este caso, suele afectar a la memoria y no suele provocar dificultades en las actividades cotidianas.
Cuando este deterioro genera un impedimento para realizar estas actividades, ya empieza a ser valorado como demencia en algunos de los grados ya mencionados.
El diagnóstico del deterioro cognitivo leve no significa que se vaya a desarrollar una demencia, pero sí que cualquier demencia empieza con ese deterioro.
Ya que las consecuencias son leves, es posible no detectarlo fácilmente. Normalmente, suelen darse cuenta familiares y personas cercanas.
Una vez detectada la enfermedad, con ayuda de un médico, se puede ayudar a mejorar la calidad de vida y evitar el empeoramiento con la medicación adecuada.
Además, con una vida activa y dieta saludable, se puede contribuir a la prevención de esta enfermedad.
Aparte del envejecimiento, también pueden ser causantes algunos tratamientos farmacológicos (como efecto secundario) o por depresión.
La depresión es otra enfermedad que suele desarrollarse en mayores que sufren soledad. Este es otro motivo por el que es importante recordar la importancia de la atención a los mayores.
Desde SeniorDomo mantenemos la firme idea de que las personas mayores deben seguir activas física, mental y socialmente.
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