La inmovilidad es un problema que afecta a muchas personas mayores de 65 años.
Consiste en una disminución de la capacidad para realizar o llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria debido a un deterioro de las funciones motoras, que a su vez puede deberse a múltiples causas.
Además, es uno de los trastornos de la movilidad que está aumentando en la población mayor, convirtiéndose en uno de los problemas más comunes del paciente geriátrico.
Las causas de este deterioro son diversas y pueden clasificarse como primarias (relacionadas con el envejecimiento) o secundarias (relacionadas con otra enfermedad).
Las causas primarias incluyen:
-Envejecimiento
-Enfermedades degenerativas como la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer
-Otras enfermedades como la diabetes mellitus o las enfermedades cardiovasculares
-Las lesiones traumáticas (por ejemplo, un accidente cerebrovascular)
Las causas secundarias incluyen:
-Colocación incorrecta durante el sueño o estar sentado durante largos periodos de tiempo sin moverse (por ejemplo, leer en un sillón).
-Inmovilidad prolongada tras una intervención quirúrgica o una lesión.
La mejor manera de prevenir la inmovilidad es mantener un grado de movilidad.
El ejercicio físico es esencial para cuidar la salud y evitar que aparezcan enfermedades derivadas de la inmovilidad.
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Además, recibirás un aviso cuando lleve mucho tiempo inmóvil.
Desde SeniorDomo mantenemos la firme idea de que las personas mayores deben seguir activas física, mental y socialmente.
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